Read with BonusRead with Bonus

LA TRAICIÓN

VIOLET

—¡Mis doscientos dólares!— Ashley giró dramáticamente frente a mí, con la mano extendida como un prestamista exigiendo su pago. —¡Lo sabía! ¡Eres una chica ruda!

Enterré mi rostro en mis manos, gimiendo mientras la vergüenza inundaba cada centímetro de mi cuerpo. —Ashley, por Dios. ¿Puedes ...