Read with BonusRead with Bonus

PRIMERA CITA (III)

El rugido de la cascada era implacable, ahogando todo excepto el sonido de mi propio corazón latiendo en mis oídos. La miré a ella—a Violet, tan pequeña y frágil en el suave suelo cubierto de musgo.

Ahora estaba envuelta en mi chaqueta, su delicado cuerpo acurrucado contra mí como si perteneciera a...