Read with BonusRead with Bonus

El vestido perfecto

VIOLETA

Al entrar, Ashley se acercó más, bajando la voz a un susurro burlón.

—Entonces, dime—¿valió la pena el tráfico al menos?

Le lancé una mirada fulminante.

—Ashley, te juro—

—¡Relájate! —dijo, echando un brazo sobre mi hombro como si fuéramos las mejores amigas en lugar de estar atormentán...