Read with BonusRead with Bonus

Te quiero

Durante unos largos minutos, estuvimos en silencio. Mi hombre me sostenía la mano con fuerza, como si tuviera miedo de que me escapara de nuevo. Lo observaba de reojo, tratando de ocultar mis preocupaciones sobre su bienestar.

Estaba pálido como una hoja de papel, su cabello negro y mojado estaba p...