Read with BonusRead with Bonus

Adeline y Alexander se preparan para ir al teatro

Una sonrisa traviesa se extendió por el rostro de Alexander. Con un movimiento elegante, se acomodó entre los cojines mullidos, invitándome a acercarme con los brazos abiertos. Mi corazón latía con fuerza mientras me acercaba con cautela.

Me acurruqué con delicadeza en su abrazo. Su toque era suave...