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Un picnic con Alexander bajo el roble

Me monté en la silla de montar con gracia. A diferencia de las típicas princesas, no tenía intención de conformarme con la anticuada tradición de montar de lado. ¿Quién en su sano juicio querría sentarse de lado en una silla de montar, luciendo completamente ridículo? No, yo creía firmemente que las...