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Andrew parte hacia la finca de Lady Isabel

Adeline*

Una vez que terminó el desayuno, Alexander detuvo a Andrew con una firme mano en su hombro.

—Andrew, me gustaría hablar contigo en mi estudio.

—Sí, Su Majestad.

Intercambié una mirada interrogante con Alexander, pero él me ofreció una sonrisa tranquilizadora que disipó mis preo...