Read with BonusRead with Bonus

Capítulo quince

Seguí desafiándolo, ignorando las miradas que me lanzaban como si pudieran matarme. No me daba miedo. Bueno, al menos no un miedo visible a simple vista. No tenía jurisdicción aquí. Si daba un paso dentro de mi habitación, habría un precio horrible que pagar.

“¿Por qué estás en mi puerta?” pregunté...