Read with BonusRead with Bonus

130

El comandante estaba fuera de sí de furia.

—¡Encuéntrenla! —gritó a sus hombres. Levantó el brazo para dar más órdenes a su dispositivo de muñeca—. ¡Jeiel! ¡Ven rápido! Han secuestrado a Casina. ¡Necesitamos más tropas aquí!

—¿Mercaderes? —respondió Jeiel.

—Sin duda. O disidentes que se oponen a ...