Read with BonusRead with Bonus

Sesenta y ocho

Todo sucedió demasiado rápido después de eso. Alguien se movió. Velasquez saltó a la siguiente mesa, atrayendo a una mujer hacia él y apuntándole con la pistola a la cabeza. Todo el lugar se volvió loco, la gente gritaba, tratando de huir como una estampida de ganado. Los únicos que quedaron en la e...