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Veinticuatro

Melina retrocedió con él encima, deteniéndose cuando sintió el escritorio contra su trasero. Henry la sentó en él, acomodándose entre sus piernas abiertas. Sus manos se lanzaron a rodear su cuello. Gimió contra sus labios, sus dedos entrelazándose en su cabello, tratando de acercarlo más a ella. Los...