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Capítulo cuarenta y ocho

Moviéndose por la habitación, Bodach dejó escapar un suspiro de satisfacción mientras sacaba el sofá. Había descubierto que se convertía en una cama más temprano ese día. Ahora estaba poniendo sábanas limpias.

La idea de dormir con Lola abrazada a él le hacía cosas extrañas a su corazón. No podía e...