Read with BonusRead with Bonus

Capítulo veintiuno

Lola entró en la tienda, el aroma persistente de galletas frescas y libros llenando sus sentidos y haciéndole la boca agua. Le hacía sentir cálida y reconfortada. Era el olor que asociaba con Erik.

—Erik, ¿estás aquí? —llamó. El cartel en la puerta decía que estaba cerrado. Lola sabía que él usualm...