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CAPÍTULO TREINTA Y OCHO

TAMARA

—Entonces —preguntó, su mirada recorriendo la habitación, esperando respuestas mientras su pie izquierdo golpeaba el suelo, algo que hacía cuando estaba impaciente.

—Hmm, tuve un ataque de pánico en la boda, así que los chicos me ayudaron a salir, no teníamos otro lugar a donde ir, así que ...