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Capítulo cuarenta y seis

—¡Despierta, despierta, huevos y tocino!— fue lo primero que Hayden escuchó cuando se despertó aturdido del sueño.

Sus sentidos fueron asaltados por el encantador aroma de su compañera mientras sentía la cama hundirse y su peso sobre él. Alexia, su Alex, se inclinó sobre él y lo besó suavemente en ...