Read with BonusRead with Bonus

247

—Estás muy mandón esta mañana, señor Carrero. Me gusta ver que algo del viejo tú está volviendo—. Me río mientras él se arrastra rápidamente por la cama para ponerme de espaldas, besándome apasionadamente. Me encierra con esos gloriosos músculos asaltándome con su esencia tan sexy, como una colonia ...