Read with BonusRead with Bonus

206

Suspiro por centésima vez mientras me siento frente a Leila y Sarah en un pequeño reservado de un bar de cócteles de moda. Me siento fatal. No quiero estar aquí, pero la fuerza que es Leila no solo me obligó a ponerme un vestido y tacones, y a maquillarme, sino que también convenció a Sarah para que...