Read with BonusRead with Bonus

125

—¡Vaya, Leila!—digo ahogada, riendo por su efusiva bienvenida, agradecida por su repentina distracción. Ella me suelta y agarra mis manos, saltando emocionada, y alcanzo a ver a Jake observándonos, su expresión inmutable, su lenguaje corporal rígido.

—¡Te he echado de menos, muchísimo! Los correos ...