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Capítulo treinta y siete

—Es bonita—. Quería llevarla a la cama, pero ella abrió los ojos en cuanto sus manos la tocaron.

—¡¿Qué?!—. Se echó hacia atrás y se puso de pie.

—Nada—, dijo Alfred y ella puso los ojos en blanco.

—¿Qué quieres de mí?—, le preguntó Vanessa y él sonrió.

—Quiero que aceptes y te cases conmigo—, d...