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Capítulo treinta y cinco

Vanessa llevaba dos días pensando en eso, necesitaba ese dinero y esa era la única persona que quedaba.

Una hora después, Vanessa llegó a la casa de Tiana. Se paró frente a la puerta y respiró hondo antes de llamar. Mara se sorprendió, miró a su mamá y le dio un golpecito en el brazo.

—Mami, esta ...