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Firma del contrato

—Desde este momento, te pertenezco completamente, mi mariposa, y estaré a tu lado en cada paso del camino—. Fabian se arrodilló frente a mí, su rostro enrojecido y sus ojos brillando, su respiración pesada y su pene duro abultando en sus pantalones. —Soy tu esclavo, solo ordena, y haré lo que me per...