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No necesito tus excusas

Entramos en la habitación y Liv ya estaba sentada en el columpio, descansando sus piernas en unas cuerdas colgantes. Estaba completamente abierta y expuesta, Benjamin no pudo contener su deseo por Liv en ese momento. Lo puse frente a ella y le entregué la guía, luego me coloqué detrás del columpio. ...