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Tres

Fabian se quedó mirándonos en silencio, luego entró y cerró la puerta con llave. Su expresión era seria y no sabía qué iba a hacer al ver esta escena. Luego dejó nuestra comida en la mesa de centro cerca de la puerta, se acercó, sacó una silla y se sentó con las piernas cruzadas y una postura relaja...