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Solo por esta noche

Se detuvo un momento y luego se ajustó, golpeando su grueso pene contra su clítoris una, dos, tres veces, cada vez más fuerte. Ella se estremeció cuando él le abrió las piernas aún más, pero gimió cuando él se inclinó y lamió su vagina de nuevo, bañándola con una dulce ternura. Ella tembló y gimió a...