Read with BonusRead with Bonus

Un regalo

Isabelle

No recordaba cuándo me había quedado dormida porque ambos no nos dimos cuenta de cuándo se hizo de noche y nos quedamos dormidos, pero por la mañana desperté en los brazos de Kaden. Nuestras piernas estaban entrelazadas bajo la manta. No me sorprendió encontrarlo despierto, él acarició sua...