Read with BonusRead with Bonus

Capítulo veinticinco.

La frente de Finn se frunció mientras hacía la declaración.

—¿Qué?

Amelia asintió.

—Soy virgen.

Finn también asintió.

—Por supuesto que deberías serlo. No te has involucrado con ningún hombre.

Amelia negó con la cabeza.

—No lo he hecho. ¿Eso va a ser un problema?

Finn entrecerró los ojos, co...