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«¡NO SABES NADA DE MÍ!»

Estoy "corriendo" cuando uno de los guardias de seguridad me detiene.

—Señorita, por favor, acompáñeme.

—¿Hice algo mal?

—Dom solicita su presencia. Por favor, sígame —responde el guardia.

Asiento con la cabeza y lo sigo en silencio. Pronto llegamos al almacén. Desde donde suelo esconderme, no t...