Read with BonusRead with Bonus

Necesitas un hombre de verdad

Mi espalda se arquea y planto mis manos en el banco frío junto a mí para ganar estabilidad. Siento mis paredes apretarlo con fuerza y él se inclina hacia mí. Su lengua desliza por mi clavícula y luego sube para sumergirse en mi boca, provocando un gemido de mi parte.

—Te ves tan bien.

Él respira, ...