Read with BonusRead with Bonus

Capítulo cuarenta y cinco

Volencia le rodeó con los brazos, besándolo profundamente. Todo su cuerpo temblaba de emoción. Cuando se separó, no dejó de besarlo, recorriendo su mandíbula, mejillas y nariz. Damion se rió.

—Espero que eso signifique que sí.

—No. —Ella rió, aún besándolo.

Sus manos fueron a sus hombros, y la ap...