Read with BonusRead with Bonus

Ava

Maldita sea.

La mano de Elijah descansaba en mi brazo desnudo mientras una descarga de electricidad recorría mi columna vertebral, sobresaltándome. Sus ojos esmeralda se clavaban en los míos, leyendo mi alma como un libro abierto. Intenté reunir la fuerza para apartarme de él, pero no pude. No quer...