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Sexo duro

—Eres un psicópata enfermo —susurré, y en ese momento él se quedó inmóvil por un instante. No sabía qué iba a pasar después, pero me quedé quieta como una estatua. Luego se inclinó hacia adelante y escuché abrirse el cajón de la mesita de noche. Oí un sonido de estallido, como si se destapara algo, ...