Read with BonusRead with Bonus

APOLO

Cassandra no podía creer lo que veían sus ojos y parpadeó dos veces para asegurarse de que no estaba alucinando, pero él seguía allí. De repente, la humedad que palpitaba en su interior se detuvo abruptamente.

—Apollo... —susurró, pero Apollo puso su dedo entre sus labios, indicándole que guardara ...