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Y lo terminó

Hyperion le dio un fuerte golpe a su hermano en la parte posterior de la cabeza.

—¿Qué demonios te pasa? ¡Golpear a mujeres indefensas, Coe? ¡Es demasiado! No importa lo que sientas por ella, ¡es demasiado!

La cara sombría de Coeus lo decía todo. Se arrepentía de haber dejado que su ira se apodera...