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Capítulo 25

—Bueno, gracias, destino —se rió Pandora y Benjamin se unió a ella.

Dejó de comer, dejando un poco en su plato. Inmediatamente, respiró hondo, tratando de pensar en otra cosa.

—Recuéstate, Pandora —ordenó Benjamin y ella abrió los ojos para mirarlo. —Acuéstate, y veamos si podemos hacer que descanse...