Read with BonusRead with Bonus

44. Escondiéndolo todo con algunos retiros

—Lo siento —añadió, con una expresión de disculpa escrita en todo su rostro. Sus ojos marrones no parpadearon ni un minuto. Y eso, solo eso, me hizo querer gritarme a mí misma por ser estúpida.

En el instante en que mencionó esas palabras, sus manos se soltaron de mis hombros. Una ráfaga de viento ...