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13. Amenazas y citaciones a la oficina

Al salir de mi casa, vi una furgoneta negra estacionada justo al lado. La admiré antes de seguir mi camino. En ese preciso momento, alguien bajó del coche. Era un joven. Sorprendentemente, se dirigió hacia mí.

—Buenos días, señorita Nikki —dijo, inclinándose ante mí. Mis ojos se movieron con total ...