4-Sr. Fun Sucker
Sábado
Punto de vista de Saviera
Zuri y yo nos despertamos alrededor de las once y comenzamos nuestro día lentamente. Zuri no toma café porque no es bueno para los dientes, pero yo necesito uno cada mañana. En su lugar, ella se hace un batido de proteínas todas las mañanas y lo toma para el desayuno. Al menos una de nosotras es saludable. Me encanta comer un gran plato de tocino crujiente y papas fritas. Afortunadamente, Zuri tiene los mejores productos para nuestros dientes y es tan insistente en tener una cita de limpieza y blanqueamiento dental cada seis meses. Ella mantiene nuestras sonrisas impecables.
—¿Quieres ir de compras antes de que te vayas al trabajo? —pregunta Zuri.
—Sí, de todas formas necesito algunos atuendos nuevos. Deberíamos planear unas vacaciones para el verano cuando termine la escuela.
—¿A dónde te gustaría ir?
—¡Nueva York! Me muero por visitar el museo de la Sociedad Histórica de Nueva York. Después de eso, podemos ver un musical e ir a un montón de restaurantes y caminar por Broadway. —No podía contener mi emoción.
—¿Has estado planeando esto por un tiempo, verdad? —dice Zuri con una ceja levantada.
—Puede que lo haya pensado una o dos veces —respondo y me encojo de hombros.
—Está bien, empezaremos a ahorrar esta semana para el viaje y reservaremos un hotel con anticipación. Si encuentras algo más que quieras hacer, házmelo saber porque voy a empezar a organizar y preparar todo —dice Zuri. Me encanta lo organizada que es. A veces se pasa con los planificadores, notas adhesivas y listas de verificación diarias, pero hace la vida menos caótica.
Terminamos de arreglarnos y nos miramos en el espejo. Zuri lleva una camiseta sin mangas naranja y unos jeans de talle alto con agujeros. Sus trenzas están recogidas en una cola de caballo, pero aún así le llegan a la mitad de la espalda. Yo decido ponerme un mono negro con finas rayas blancas que deja los hombros al descubierto. Nos ponemos las sandalias, agarramos nuestros bolsos y salimos por la puerta.
Primero, paramos en nuestra boutique favorita llamada Lucielle's. Este es el mejor lugar para conseguir jeans, shorts, faldas y joyería barata. Ambas compramos cuatro minifaldas y cinco pares de shorts. Luego, fuimos al centro comercial a comprar tops cortos, zapatos, jeans, sujetadores y bragas. Por supuesto, no es un viaje adecuado al centro comercial sin conseguir una gran taza de helado Dippin' Dots. Yo, por supuesto, elijo el sabor a café y Zuri elige galletas con crema.
—Estoy agotada de tanto comprar. Vamos a casa para que pueda prepararme para el trabajo —digo.
—Puede que tenga que pasarme esta noche y tomar una copa. He oído que el barman es bastante sexy —dice Zuri con un guiño.
Tres en punto
Me visto con mi ropa de trabajo, que consiste en unos diminutos shorts negros y una camiseta sin mangas negra que muestra solo un centímetro de mi estómago. En grandes letras sobre mis pechos está el nombre del pub, "Channing's".
—Te amo, cariño. Estaré en casa alrededor de las doce y media porque Neil me ha enviado un mensaje diciendo que Jake no se presentó a su turno —me inclino y planto un beso en la frente de Zuri mientras ella está acostada en el sofá viendo una película.
—Está bien, yo también te amo. Pasaré por una copa alrededor de las siete.
Cuando llego al trabajo, el lugar está lleno. Por el lado positivo, recibiré muchas propinas. Aproximadamente cuatro horas después de mi turno, veo una cara familiar entrar. Mi profesor de historia, el Profesor Laurens, va al bar y toma asiento.
—Hola, profesor. ¿Qué le puedo servir? —pregunto con una gran sonrisa. El Profesor Laurens es el maestro más sexy del campus. Tiene ojos marrón dorado y piel de tono espresso. Su cabello está cortado corto con un buen desvanecido y tiene una barba completa que siempre está recién alineada.
—Hola, Saviera. No sabía que trabajabas aquí —dice.
—Sí, acabo de empezar hace un par de semanas y me encanta. No puedo esperar para comenzar una carrera en historia. Sé que usted, más que nadie, entiende ese sentimiento también. —No me di cuenta de lo nerviosa que me pone. Nunca he hablado con él fuera del aula. Se siente más personal ahora que estamos en un bar. Es una vibra completamente diferente.
—Sí, recuerdo esos días. Ansioso por llegar al destino, pero no dejes que eso te impida vivir el momento. La felicidad no es algo que encuentras, es lo que creas —dice él.
—Creo que necesitaba escuchar eso. Gracias, profesor.
—Llámame Daveed cuando estemos fuera del campus. Profesor me hace sentir viejo y apenas tengo 30 —me lanza una sonrisa que podría hacer caer las bragas.
—Está bien. ¿Qué te gustaría beber, Daveed? —respondo con una sonrisa amigable.
—Tomaré un SnakeBite. Gracias.
—No hay problema.
Zuri entra mientras termino de preparar su bebida.
—¡Hola, cariño! ¿Quieres lo de siempre? —pregunto.
—Creo que quiero probar algo diferente. Tomaré un Sex on the Beach —dice con su voz coqueta.
—Puedo arreglar eso cuando termine mi turno —le digo y le doy un pequeño beso en los labios. Mientras no nos besemos apasionadamente, mi gerente está más que feliz de permitir muestras de afecto. Voy a preparar su bebida y la traigo de vuelta. Ella está sentada justo al lado de Daveed, así que decido presentarlos.
—Zuri, este es mi profesor de historia Daveed Laurens. Daveed, esta es mi novia de cinco años, Zuri.
He hablado de Profesor Laurens a Zuri muchas veces antes, así que sé que la mirada en su cara está diciendo «tienes razón, ¡es muy atractivo!». La cara de Daveed está diciendo «¿Saviera es lesbiana?». Siempre sorprende a la gente por alguna razón. La primera vez que alguien me preguntó quién es el 'hombre' en la relación, me costó mucho autocontrol no golpearles en la garganta. El estereotipo que hace creer a la gente que siempre hay una mujer "masculina" en una relación lésbica es tan molesto.
—Es un placer conocerte, Daveed. Sav no para de hablarme de tu clase todo el tiempo. Puede que le guste la historia más que a ti.
—Es un placer conocerte también, Zuri. Me alegra que disfrute mi clase. ¿Son novias desde la secundaria? —pregunta.
—Más o menos. Empezamos a salir en nuestro penúltimo año, pero la atracción estaba ahí mucho antes. Nunca hemos salido con nadie más antes de eso —dice Zuri.
—Vaya, eso es increíble. Me alegro por ustedes —dice él. Tal vez me lo estoy imaginando, pero creo que vi un destello de anhelo en sus ojos. No estoy segura, pero había algo ahí.
—Gracias. ¿Y tú? ¿Tienes pareja? —pregunta Zuri mientras preparo una bebida para otro cliente.
—No. Las relaciones comprometidas nunca funcionan para mí, pero tal vez algún día.
—Esa es la actitud. Nunca sabes cuándo el amor va a caer en tu regazo —digo. —¿Necesitas otra o algo más?
—Sí, tomaré una más, por favor.
Preparo su bebida y sirvo a algunos otros. Veo a Zuri y Daveed en una conversación mientras estoy ocupada. Le dije que era un profesor bastante genial, así que no es sorpresa que se lleven bien como verdaderos amigos. Dos horas después y muchas más bebidas, Zuri está un poco mareada y estoy segura de que Daveed también siente el efecto. Tal vez sea poco profesional pasar el rato con mi profesor, pero cuanto más lo conocemos, más nos gusta su compañía. No bebo en el trabajo, pero no me importaría tomar unos tragos con estos dos cuando no esté trabajando.
—Los tres deberíamos salir a tomar algo alguna vez. Sería agradable poder tomar algo con ustedes dos —digo.
—Podría no ser una buena idea. Reunirme con una estudiante fuera de la escuela podría ser visto como inapropiado —responde el señor Aguafiestas.
—Bueno, ahora te considero mi amigo y no soy tu estudiante. Así que sal conmigo el próximo viernes y llevaré a mi novia conmigo —interviene Zuri con su plan maestro.
—Bueno, cuando lo dices así no suena mal. Está bien, estoy dentro —trato de no romper en un baile de celebración.
Guardamos su número en nuestros teléfonos y ponemos el nuestro en el suyo. No teníamos idea de que esto sería el comienzo de una aventura muy loca.