Read with BonusRead with Bonus

Capítulo setenta y uno

Se sentó, abrazando sus rodillas contra su pecho y tratando de mantener la mayor modestia posible sin su ropa. Su dureza no había disminuido, pero su respiración se estaba calmando. Ella apartó la mirada, avergonzada por la intimidad de verlo así. Quería conocer el milagro de estar conectada con él ...