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CAPÍTULO 8

—Qué pereza levantarse tan temprano —dijo Jenna mirando su peluche de oso polar.

Cuando se levantó, después de dar dos pasos, vio que había un sobre que habían pasado por debajo de la puerta. Lo levantó y lo dejó en una pequeña mesa. Fue al baño para aliviarse y tomar un baño para quitarse el sueño. Salió muy fresca, se vistió y optó por una combinación de una blusa blanca sin mangas y unos jeans oscuros porque hacía calor.

Se sentó a leer lo que había en el sobre dorado. Cuando lo volteó, vio que tenía una especie de sello en forma de rosa. Lo abrió y había un papel dentro que parecía más un pergamino que decía:

Señorita Jenna Black,

La Fraternidad de Citas Exclusivas se complace en anunciar que ha sido elegida como la más exclusiva de la fraternidad. Sus beneficios serán los más altos y sus órdenes serán entregadas puntualmente.

Sus decisiones serán honradas al máximo, su estatus como ser puro merece todos los elogios, y su estatus como mejor estudiante es un récord nunca antes visto en esta Universidad.

Esperamos su presencia en la reunión programada para hoy a las 5:00 pm, en el auditorio. Su asiento es el número 1A, solo para los estudiantes VIP Dorados.

Atentamente, ALPHA 1 GOLDEN

Jenna se quedó asombrada al leer lo que había en ese papel dorado. Lo volvió a meter en el sobre y lo guardó en un cuaderno. Se preparó para desayunar en la cafetería e ir a clase.

Ya en la cafetería, se encontró con sus compañeros y todos tenían sus sobres blancos, solo ella tenía el dorado. Mary lo revisó y solo comentó:

—Jenna va a ser la favorita de la fraternidad, ¡guau! —Jenna lo miró extrañada, no le gustaba ser la 'favorita', pero la curiosidad de saberlo le hizo pensar que tal vez iba a ganar mucho con ello.

Alex y Vincent también aparecieron con sobres dorados, pero cuando los leyeron eran muy diferentes al de ella. Solo los felicitaban por ser puros y sus asientos no estaban con Jenna, decían número 2A y 3.

Fueron a clase y todo transcurrió como de costumbre, pero a las cuatro de la tarde todos se fueron a prepararse para ir a la reunión. Esta vez Jenna llevaba un vestido negro que le quedaba hermoso y un collar que su papá le había regalado.

Cuando sus amigos la vieron en el pasillo donde todos se iban a encontrar para ir a la reunión juntos, quedaron asombrados y no pudieron evitar admirarla.

—Jenna, qué hermosa te ves.

—Amiga, qué linda te ves, pareces una princesa.

—Mamma mía, creo que voy a dejar de ser gay.

Todos rieron al escuchar a Alex, pero tenía tanta razón, Jenna era una belleza. Los profesores la admiraban y susurraban entre ellos:

—Mira eso, qué cuerpo.

—Qué mujer, Dios mío.

—Chicos, cálmense, ella es la única con el sobre dorado, así que bájense del pedestal, ella es exclusiva, vale millones.

—Mierda, no ser millonario como esos suertudos.

—Oye, por lo que escuché, solo va a elegir entre tres hombres que serán seleccionados, ellos son los que darán más dinero por ella.

—Es una buena chica, es un gran combo para quien tenga la suerte de llevársela, virgen, buena persona, la más prestigiosa y mejor estudiante de la universidad.

La admiraban mientras caminaba hasta que se perdió al final del pasillo rodeada de sus compañeros que la elogiaban a cada paso que daba. Por otro lado, ella no era pretenciosa y siempre fue humilde.

Cuando llegó al auditorio, fue escoltada por hombres con túnicas negras hasta su asiento, que estaba en la primera fila y era el único asiento allí. Cerraron una pequeña valla y detrás de ella se sentaron Alex y Vincent. Luego llegaron más y se sentaron a su lado, saludando a Jenna de vez en cuando, haciéndola reír.

Cuando se llenó con todos los convocados, las luces se apagaron y solo se encendió una luz que iluminaba a quien subió al escenario para dirigirse a todos.

—Buenas tardes, queridos estudiantes de esta prestigiosa universidad. Algo inusual ha sucedido en todos los años de esta fraternidad, algo muy prestigioso: una joven hermosa, pura y la mejor estudiante de este campus. Esto nunca había sucedido antes. Pido un aplauso para la señorita Jenna Black.

Los aplausos fueron ensordecedores. Hizo un gesto para pedir silencio y comenzó a hablar.

—Bueno, estudiantes, en esta universidad hay reglas y una de ellas es pertenecer a la Fraternidad. Ustedes deciden si entran o no, pero también, si deciden no entrar, tendrán que luchar por su permanencia y su currículum, ya que será diferente al de los miembros de la fraternidad.

Hubo un silencio absoluto, porque todos querían saber más. El hombre que llevaba una capucha que casi no dejaba ver su rostro caminó un poco y dijo:

—Bueno, hay reglas en la Fraternidad, reglas que, en caso de que decidan unirse, deben cumplir al máximo. De lo contrario, quien no las cumpla será castigado y el castigo será físico.

El murmullo se hizo grande al escuchar sobre el castigo físico, pero el hombre continuó hablando.

—Hoy les anunciaré las reglas generales, presten mucha atención.

1* Nunca faltar a clases, 'solo si es por fuerza mayor, una enfermedad'.

2* Todo lo relacionado con la fraternidad será secreto.

3* Cada miembro recibirá un sobre con las reglas internas que no se discutirán con nadie.

4* Quien reciba las reglas doradas no podrá decir nada, ni siquiera a sus compañeros.

Bueno, las reglas recibidas son individuales, no son las mismas. Cada uno recibirá reglas según su desempeño. Quien viole las reglas tres veces será expulsado de la universidad y no será recibido en ninguna otra por solicitud de esta institución.

Pasaremos ahora con un cuadernillo y pondrán sus nombres si desean unirse a la fraternidad: nombre, apellido, edad y firma. Gracias.

Ese hombre encapuchado bajó del escenario y se sentó junto a Jenna y dijo:

—Hola, tú eres Jenna. No firmes el cuadernillo, ya estás aceptada de antemano. Las reglas para ti son muy diferentes a las de los demás. Te serán enviadas dentro de un sobre dorado sellado, son solo para ti.

Se levantó y se fue, dejándola con dudas, más que todo por la preferencia hacia ella. Salió y más compañeros se unieron a ella y la felicitaron. Los hombres la miraban fijamente, porque su caminar rítmico provocaba erecciones en los varones excitados.

Su cuerpo se movía de una manera tan sensual que levantaba la mirada de los hombres sin quererlo. Ese vestido ajustado mostraba sus hermosas curvas, su caminar incitaba al deseo. Estaba hecha para el amor y el deseo, pero ella no pensaba en eso, solo en sus estudios.

Los amigos se quedaron en la cafetería comentando lo sucedido en la reunión, pero elogiaban a Jenna.

—Amiga, eres la número uno dorada, eres la única con eso aquí, las ventajas van a ser innumerables.

—Mary, sigo como te digo, en blanco. Quiero ser la mejor profesional para ayudar a mi papá en la empresa.

—Jenna, serás la mejor graduada de aquí, te lo aseguro.

Cada uno se fue a su habitación a descansar, se despidieron. Cuando entró, Jenna vio en la mesa de noche dos sobres dorados sellados. La curiosidad la inundó, pero optó por cambiarse primero. Se puso el pijama y comenzó a leer el sobre que decía 1.

Lo abrió y leyó textualmente:

«Señorita Jenna, siendo la 1 VIP DORADA, tiene derecho a elegir la fecha para su cita, día y hora. Se le anunciará cuando aquellos que la elijan estén listos y entre ellos solo usted elegirá a quien le guste, pero no podrá visualizar su rostro porque tanto él como usted llevarán máscaras y no deberán decir una sola palabra. Los que serán elegidos sabrán de su condición de ser pura y la tratarán con toda delicadeza. Ninguno sabrá el nombre del otro y después de la primera sesión solo serán ustedes dos quienes continuarán en las citas, por cordura y modestia mutua».

Jenna lo leyó de nuevo y entendió todo. Lo que la tenía preocupada era estar con un hombre sin ropa y entregarle su virginidad. Eso era lo que la hacía dudar, pero solo guardó el papel en el sobre y soltó un largo suspiro.

Faltaba el otro sobre. Lo miró y lo tocó, estaba muy nerviosa, no sabía ni sospechaba lo que decía esa carta. Dudaba si abrirlo o no, pero lo abrió. Dentro encontró un anillo dorado con las iniciales FA. Lo puso a un lado y comenzó a leer.

«Señorita Jenna, de nuestros saludos.

La Fraternidad la saluda y la felicita por su admisión. A partir de mañana se dará cuenta de sus privilegios. Tendrá una criada para hacer la limpieza, su comida será llevada donde usted se encuentre, la biblioteca estará abierta para usted en cualquier momento, la llave está incluida en un pequeño sobre, su internet será privado, una tarjeta de Dinners para compras sin recargo para usted, vestidos, zapatos para citas y su máscara personalizada están en el armario».

REGLAS PARA JENNA

«LA ÚNICA REGLA PARA USTED ES LA CONFIDENCIALIDAD Y EL SILENCIO».

Serás tratada con la delicadeza que mereces por ser pura, tu pareja será elegida por ti personalmente, solo con él tendrás relaciones. Si después de un tiempo deseas conocer a esa persona, deberás ir personalmente a la rectoría y mostrar tu anillo, y serás atendida personalmente por el dueño, el Sr. Lobo Plateado, quien es el único que conoce la identidad de la pareja de la debutante.

Todo está en un secreto invulnerable, se cuida la reputación del estudiante y más si es como tú, 1VIP DORADA.

Atentamente, FA

Guardó los sobres y su contenido en un cajón con llave, se sentó a reflexionar sobre su destino, sonrió y comenzó a bailar muy alegremente.

—¡Siiiiii, voy a conseguir todo lo que quiero y... voy a elegir a mi... pareja, jajajaja!

Se sentó en su cama feliz, aún imaginando cómo sería el hombre. Tendrá un buen cuerpo, será guapo, será alto, fornido, su imaginación volaba por los cielos.

Por otro lado, Marck había ido a visitar donde se hacían las citas. Antes de entrar, se pusieron sus máscaras. Fueron recibidos por un hombre que tomó sus datos sobre las características deseadas de la mujer que buscaba, para continuar preparando todo.

Fueron a otro cubículo para el chequeo médico, con la alta tecnología duró unos minutos. Al final de esto, les dieron unas tarjetas y fueron a otro cubículo donde en una laptop miraron a las posibles parejas. Solo podían ver sus hermosos cuerpos, las caras para nada, eligieron una para cada uno.

Cuando salieron de allí, los llevaron a un ascensor donde subieron al último piso. Cuando las puertas se abrieron, dieron a una enorme oficina lujosa. Al entrar, Ralph le dijo que se quitara la máscara. Cuando se acercaron a un escritorio lujoso, se pararon frente a él. Un hombre estaba de espaldas cuando Ralph dijo:

—Buenas tardes, Lobo Plateado. Cuando el hombre se dio la vuelta, Marck saltó de la sorpresa al reconocer quién era. Sentado, sonriéndole, dijo:

—Tú... pero odias la promiscuidad, ¿cómo es que...?

Ese hombre elegante y atractivo se levantó de su asiento saludando.

—Hola Marck, jajajaja, si vieras la cara de sorpresa que tienes, jajajaja. Bueno, ya me ves aquí, soy el dueño de CITAS A CIEGAS VIP DORADAS, los privilegiados son los hombres adinerados con poder.

Marck no quería creer lo que veían sus ojos. Él, que atacaba la promiscuidad, atacaba a los hombres gays, a las mujeres fáciles según él, y también... a su mejor amigo.

—Oliver Lannister, jajajaja, parece mentira que te dediques a esto. Vaya, lo que uno aprende estos días, jajajaja, y no me di cuenta de tu apodo. Siempre me decías cuando íbamos de excursión a las montañas, soy el Lobo Plateado, qué cosa, jajajaja.

Oliver abrazó felizmente a su gran amigo. No se habían visto en mucho tiempo. Ralph sonreía porque no se había imaginado esto y lo mejor era que era el mejor amigo del dueño y aprovecharía algunos descuentos.

Jenna, la favorita de la fraternidad, estaba esperando el día y el momento adecuado para pedir la famosa Cita a Ciegas, pero aún no era el momento de hacerlo.

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