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CAPÍTULO 61

En la cárcel, el doctor recibió a Bronson que llevaba a un hombre que sangraba profusamente por el ano, porque la toalla llegó empapada de sangre. Cuando lo puso en la cama, solo miró desaprobadoramente al mastodonte diciendo enojado:

—¡Mierda, Bronson, deja de joder a los demás! Otro que me traes ...