La amante de la mafia

Dominick

Hace 3 años.

Sabía que este viaje no sería bueno, sabía que en mi ausencia podrían sufrir un ataque. Y eso fue exactamente lo que pasó, hace unas horas recibí la noticia de que mi casa en Italia había sido atacada por una mafia rival. Mi hermano menor fue el único sobreviviente de la masacre, sentí un leve desmayo por un momento que rápidamente fue reemplazado por odio. Averiguaría quién fue y los mataría a todos, y a todos sus descendientes hasta la tercera generación. Ya teníamos una sospecha y tan pronto como lograra salir de este maldito país, tomaría mi lugar y me vengaría con mis propias manos.

Como no encontré ningún vuelo, ni un avión que pudiera alquilar disponible hasta mañana, decidí ir a una discoteca que ya conocía, beber mucho y enredarme con alguna prostituta al azar. No importaba cuánto intentara mostrarme, aún sentía, aún tenía sentimientos y mi corazón estaba roto al saber que mi mamá y mi papá ya no estaban vivos.

Entré directamente como de costumbre sin que nadie me detuviera, todos allí ya sabían quién era yo, y que el límite en mi tarjeta no existía. Me senté tranquilamente en mi rincón habitual para analizar si había alguien allí que me interesara. Pero una mujer que nunca esperé terminó sorprendiéndome de una manera que no puedo explicar.

Cuando el camarero me trajo una bebida con una nota de ella, casi no la acepto, sabía que podría ser una trampa de la mafia que eliminó a mis padres. Pero después de desplegar el papel y leer su contenido, miré al lugar donde me hablaba y la vi sentada. No sé si era la luz del bar que era diferente, pero desde lejos me parecía un ángel. Por primera vez en 28 años, una mujer que no conocía logró tocarme, y tenía curiosidad por saber por qué, así que aproveché el momento en que fue al baño y la seguí. Necesitaba respuestas.

No había nadie en el pasillo, así que entré y cerré la puerta del baño detrás de mí. Ella estaba de pie frente al espejo con el cabello desordenado y la cara lavada, era más hermosa que antes, era una mujer exuberante con curvas exuberantes.

Respondió groseramente aún sin volverse, cuando finalmente se dio la vuelta y me vio en la puerta, su rostro cambió por completo. Abrió los ojos de par en par y puso una expresión de sorpresa.

Necesitaba saber si había sido enviada por alguien, todo lo que quería era sumergirme completamente en ella, pero antes de eso, tenía que saber si era de confianza.

Después de un breve cuestionario y un juego de seducción, estaba seguro de que no era de ninguna mafia, era demasiado inocente para estar en ese tipo de cosas.

Así que fui con todo, fui a la conquista, con cada toque mío la sentí estremecerse, y escuché sus deliciosos gemidos involuntarios, una mujer tan hermosa y delicada.

Sin embargo, fue cuando la penetré que realmente me sorprendí, era virgen, ¿cómo una mujer de ese tamaño seguía siendo virgen? No podía creer que me hubiera elegido para darme este regalo. Tuve más respeto por ella desde ese momento, no quería rendirse, así que empujé al monstruo dentro de mí, hacia la oscuridad y traté de ser lo más delicado posible, confieso que fue muy difícil, esa mujer estaba increíblemente caliente, fue difícil contenerme y mantener los movimientos lentos, pero logré ser gentil, algo que nunca había sido y aún así la hice llegar al orgasmo.

Y qué agradable fue sentir esa vagina virgen apretando mi pene dentro de ella, hice un gran esfuerzo por no perder el control. Aún más placentero fue ver su sorpresa cuando vio mi piercing en el pene, sus manos no podían contenerse y no dejaban de tocarlo, lo que me hizo gemir unas cuantas veces. Era muy sensual, e inocente, y lo peor es que ni siquiera se daba cuenta, me cautivó de una manera que nunca podría olvidar.

En mi mundo, las mujeres no eran así, los matrimonios eran arreglados, y confieso que llegaban sabiendo demasiado.

Terminé mostrando un sentimiento de debilidad, que no podía permitirme sentir en ese momento, así que tan pronto como terminó, me puse de nuevo mi máscara de monstruo insensible, al menos así me llamaban todos.

Fui un poco grosero con ella, y sé que lo notó, pero tampoco quise insistir, gracias a Dios, si ella hubiera insistido, habría terminado sucumbiendo. ¿Por qué una mujer que nunca había visto en mi vida lograba alterarme de esa manera? Estas eran preguntas que me hacían ser cada vez más grosero con ella.

La vi vistiéndose, parada frente al espejo tratando de arreglar el desastre que tenía en el cabello, incluso con su cabello desordenado después del sexo se veía más bonita, y ese pensamiento me enfureció más. Cuando estaba saliendo del baño, la agarré de la mano, impidiéndole salir. Parecía sorprendida. Me quité el collar que era un símbolo de mi mafia, y de donde venía mi apodo, Estrella de la Muerte, y se lo puse alrededor del cuello, y luego le dije que se fuera.

Cinco minutos después también salí del baño, pasé detrás de ella, me detuve por un segundo, y luego miré antes de irme. Ella estaba charlando felizmente y sonriendo al camarero. Esa sonrisa me haría perderme, me haría renunciar a todo lo que era para tal vez intentar estar con ella, pero ya era demasiado tarde para mí. Soy un capo y no puedo permitir que ese tipo de sentimiento interfiera en la gestión de mi familia mafiosa.

Salí del club sin mirar atrás, no podía pasar otros cinco minutos allí, olvidaría o recordaría todo lo que pasó allí. Y le agradecí a Dios porque nunca volvería a suceder, ni tendría ese tipo de error en mi vida, no tengo tiempo para sentimientos que no sean venganza.

No pude dormir bien, y además del sentimiento de impotencia por mi familia, todavía tenía a esa mujer en mi cabeza, cada vez que el pensamiento de estar dentro de ella volvía a mí y me dejaba perturbado.

Recuerdo la sensación de hormigueo de cada toque que me dio, nunca había sentido ese tipo de cosa en mi vida, la excitación es diferente de lo que sentí con esa mujer, y me arrepiento de no haberle preguntado su nombre, podría haber ordenado que la secuestraran y la llevaran a mi país.

Sacudí la cabeza para deshacerme de ese tipo de pensamiento, si ella supiera a qué me dedico nunca me miraría con esos ojos de deseo e inocencia con los que me miró en el club, probablemente me odiaría. ¿Se entregaría a alguien más después de eso? ¿A su novio hijo de puta que no la merece?

Necesitaba olvidarme de esa mujer, tenía problemas mucho más grandes que resolver.

Mi celular sonó y contesté en el primer timbre.

—Hola.

—Dom, ¿cuándo vuelves?

—Desafortunadamente no pude conseguir un boleto para hoy, pero estaré allí mañana.

—Está bien, no quiero estar solo.

—No te preocupes Antonio, Luigi está allí contigo, y mañana yo también estaré. No estarás solo.

—Adiós, Dom.

No puedo ni imaginar lo que Antônio estaba sintiendo solo allí, aunque mi hermano menor estaba entrenado para la mafia igual que yo, todavía era muy sensible, tal vez porque era menor de edad. Y nuestra madre siempre lo protegió más. Ahora era mi responsabilidad cuidarlo y guiarlo.

Tengo total confianza en Luigi, a quien le confié el cuidado de Antônio mientras yo estaba fuera, hemos sido amigos desde siempre, tanto que es mi mano derecha en la mafia, lo hice mi consejero.

Amaneció y no había dormido ni un minuto, recogí mis cosas y fui directamente a la recepción para hacer el check-out del hotel, quería llegar al aeropuerto lo antes posible, necesitaba volver a mi casa y ayudar a mi hermano, necesitaba dar las órdenes necesarias.

Pagarán con sus vidas por el ataque que llevaron a cabo en mi hogar, por las muertes que causaron.