Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO OCHENTA Y CUATRO

La pantalla parpadeó una y otra vez durante unos segundos antes de estabilizarse, enfocando el rostro de mi padre.

Siempre había odiado su cara de enojo, que era como el 90% de la versión de él que llegué a conocer. Era la forma en que sus ojos se inclinaban como si no pudiera cerrarlos o abrirlos ...