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CAPÍTULO CUARENTA Y UNO

Pasamos los siguientes treinta minutos navegando entre el personal emocionado que no podía creer que su príncipe estuviera entre ellos, y mientras yo me quedaba torpemente a un lado, él hablaba con ellos de una manera que me confundía.

Antes de entrar en esta vida, siempre lo había visto en la tele...