Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO CIENTO SETENTA Y TRES

Xavier no regresó hasta la medianoche, cuando ya nos habíamos acomodado para la noche. Lisbeth había intentado, como de costumbre, convencerme de salir, pero me negué, contenta de mirar por la ventana mientras avanzábamos por el espacio hacia un campo de batalla que podría matarnos a todos si no ten...