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CAPÍTULO CIENTO CINCUENTA

Fanny nos miró como si hubiera visto un fantasma.

Inmediatamente, Xavier lo agarró por el cuello, casi matándolo, lo que me hizo intervenir.

—Cariño, sabes, no tiene que morir. Estoy segura de que hay una buena razón por la que hizo esto— comencé, dándole a Xavier una sonrisa pícara.

Fanny estaba...