Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO CIENTO TREINTA Y CUATRO

Me sentí estúpida después, siguiendo de cerca a Theresa pero mi visión estaba borrosa.

Ni siquiera sabía cuándo empecé a desear su atención y su estúpido afecto falso.

No pedí flores, así que no tenía idea de por qué mentía sobre ir a buscarlas.

O tal vez estaba pensando demasiado en esto, no dij...