Read with BonusRead with Bonus

Capítulo treinta y uno

Capítulo Treinta y Uno

Punto de Vista de Elizabeth

—¿Quieres que te folle así, Elizabeth? —gruñó Zen, su aliento cálido cubriendo mi rostro con su dulce aroma. Mi respiración rápida me estaba mareando, pero no quería detenerme. Sabía que él quería que me defendiera, pero mi miedo se estaba convirti...