Read with BonusRead with Bonus

Los hombres son escoria

—Vamos, hombre, salgamos de aquí —instó Chris, tirando de Leo hacia donde estaba estacionado su coche. Abrieron el coche y ambos se sentaron dentro, sin decir nada, solo mirando al vacío, cada uno perdido en sus propios pensamientos.

Después de unos minutos de silencio, Leo abrió la guantera y sacó...