Read with BonusRead with Bonus

Capítulo XXXVII: Epílogo

El manto blanco se había derretido, los pinos y abetos perfumaban el aire con su nuevo crecimiento; los pequeños arroyos corrían de un lado a otro como si estuvieran cantando alegremente, los pájaros cantaban y construían nidos por todas partes. Los niños salían a buscar flores silvestres y corrían ...