Read with BonusRead with Bonus

Capítulo XXXII: A quemarropa

Arcangelo yacía boca abajo, observando a Rosalie dormir a su lado.

Tranquila.

Se sorprendió al darse cuenta de que no lo había despertado un grito desgarrador. Pero estaba mucho más aliviado por ese hecho. Le encantaba cómo su cabello estaba despeinado, sus labios carnosos ligeramente entreabiertos ...